La verdad es que mi mujer y yo llevamos sin los niños en casa desde el Domingo, que se quedaron en Cantabria con mis padres... (apenas 3 días y pico)
... y es curioso, porque en cierto modo sientes un ligero alivio, o relax por el hecho de estar unos días sin los niños y a tu "bola", pero se les echa muchísimo de menos.
La casa está en silencio. Me estoy dejando besos y abrazos por dar... y sobre todo, echo de cara sus miradas, sus gestos, sus palabras atolondradas con esas lenguas de trapo!!
Pero se a ciencia cierta que están felices y encantados con sus abuelos... en un clima de "cómodo otoño en julio". Y en diez días estaremos allí, disfrutando toda la familia, de las merecidas vacaciones.
Os echamos de menos, pequeñajos!!
(eso sí, mañana tenemos fiesta nocturna!
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