Escapadas: Riaza, Hayedo de la Pedrosa y Puerto de la Quesera

Aquí os dejamos una escapada más que podéis hacer en cualquier época del año.

Es una excursión francamente recomendable a apenas una hora de Madrid.

Estuvimos un fin de semana a principios de diciembre. Nuestra primera intención era ir al Hayedo de la Pedrosa. Hemos intentado ir varias veces y finalmente, por unas cosas u otras no hemos podido ir este otoño.

Seguro que os suena más el Hayedo de Montejo.

Pues bien, ambos hayedos están preciosos en otoño y es un plan más que recomendable para pasar un día excelente con amigos y familia.

La visita al Hayedo de Montejo, al ser más conocido, debe de ser reservada previamente ya que tiene una capacidad limitada de visitantes.

No ocurre lo mismo con el Hayedo de la Pedrosa.

Situación: en la Sierra de Ayllón al este de la provincia de Segovia. 

Cómo llegar: Hay que ir hasta Riaza por la N-110, desde allí tomar la carretera local SG-112 en dirección al puerto de la Quesera hasta el km 11,2. En una curva cerrada encontraremos un cartel indicador del Hayedo.

Nosotros llegamos al puerto de la Quesera y nos encontramos con esta estampa totalmente navideña ;)

Poca gente, mucha nieve, día soleado y mar de nubes al fondo...¡increíble día!

Si pensáis ir en invierno os recomiendo que preguntéis primero el estado del puerto porque os podéis llevar una sorpresa.

Nosotros subimos hasta bastante arriba, pero llegó un momento en que ya no pudimos seguir por carretera.

Este es el paisaje que divisábamos. Y así estaba todo. Habia gente con los peques bajando con trineo, un plan muy divertido.

Desde ahí podéis daros un paseo sin problema hasta el Hayedo y dar una vuelta por allí. A principios de diciembre ya nos lo encontramos como lo veis en la foto, al fondo, ya sin hojas, pero en otoño debe de estar precioso. El otoño que viene lo volveremos a intentar ;)

Después bajamos a comer a Riaza. Y es que este municipio es privilegiado. Tiene un entorno precioso como ya habéis visto en alguna de nuestras fotos, desde ella parten innumerables senderos y caminos con paisajes fantásticos y el propio municipio es muy bonito.

Nosotros nos dimos un paseo por su preciosa Plaza Mayor, porticada, con sus soportales y su Ayuntamiento.

También por la iglesia parroquial Nuestra Señora del Manto, renacentista, del siglo XV y muy bien conservada y con una impresionante torre del campanario.

Ah! y no dejéis de parar en el parque de la entrada: enorme, con las montañas nevadas al fondo y un montón de columpios que, a pesar de tener "unos cuantos añitos" hicieron las delicias de las peques.

Es el Rasero. En medio se levanta la ermita de San Roque, edificada en 1599. Alrededor del Rasero se encuentra 18 cruces de piedra que sirven para hacer el Vía Crucis en las mañanas de Viernes Santo.

Para comer: sabéis que en la zona se come estupendamente. De hecho Riaza es un referente gastronómico. Nosotros comimos en Casa Pastor con reserva previa.

Bueno, pues una escapada más que podéis realizar en cualquier época del año, también en invierno, con el aliciente de que los peques disfrutarán no sólo de un día de campo sino también, de un día de nieve.